La historia de Barcelona arranca hace más de dos milenios, cuando fue fundada como una pequeña colonia romana en lo alto del monte Táber. Sin embargo, ésta es sólo una parte del relato, que convive con otros muchos. Tantos como barrios y distritos hay en la Ciudad Condal.
Somos conscientes de que los principales reclamos turísticos de la capital catalana se encuentran en sus barrios más céntricos. Sin embargo, no son las únicas zonas que merece la pena conocer. Algunos rincones de Barcelona fueron municipios independientes hasta el final del siglo XIX y principios del XX —por ejemplo, Sant Martí, donde se hallan nuestros apartamentos en la playa de Barcelona—, y aún hoy mantienen sus tradiciones y fiestas locales, así como edificios, jardines y monumentos de indudable interés.
Si quieres huir de las aglomeraciones y disfrutar de los lugares más genuinos de la ciudad, te recomendamos explorar los 10 distritos de Barcelona durante tus próximas vacaciones. No le des más vueltas: coge un mapa, elige un calzado cómodo y prepárate para conocer lo mucho que tienen que ofrecerte.
QUÉ VER EN CIUTAT VELLA
El distrito 1 de Barcelona, de apenas 4,5 km² de extensión, comprende su casco antiguo y es el hogar de algo más de 100.000 barceloneses. No obstante, pese a sus modestas dimensiones, concentra algunos de los mayores tesoros barceloneses. Formada por los barrios del Raval, El Gòtic, Sant Pere, Santa Catalina, la Ribera y La Barceloneta, este lugar encierra un sinfín de joyas arqueológicas y arquitectónicas.
Uno de sus principales atractivos son los vestigios de la ciudad romana, Barcino, donde no faltan el trazado de las antigua calles y los cimientos de sus edificios, en el subsuelo de la plaza del Rei, o las columnas del templo de Augusto, en la calle del Paradís. A esto se suman sus espectaculares construcciones góticas, como la catedral de la Santa Creu y Santa Eulàlia, la iglesia de Santa María del Pi o la basílica de Santa María del Mar, una de las obras maestras del arte gótico catalán.
Mención aparte merecen las Ramblas, quizás la calle más emblemática de la ciudad; el barrio judío o Call, repleto de encantadoras callejuelas y con una de las sinagogas más antiguas de Europa, y la Barceloneta, un barrio de pescadores construido a mediados del siglo XVIII, donde abren sus puertas algunos de los mejores restaurantes de pescado de Barcelona.
QUÉ VER EN EL EIXAMPLE
El segundo distrito, cuyo nombre se traduce como ‘ensanche’, es el más extenso de Barcelona, y uno de los que concentran más opciones de cultura y ocio. Diseñado en el ecuador del siglo XIX por el ingeniero civil Ildefons Cerdà, poco después de que se derribaran las antiguas murallas, el Eixample fue el pretexto perfecto para la eclosión del modernismo. Entre sus principales atractivos, cabe referirse al Hospital de la Santa Creu y Pau (1902-1930), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997; la Casa Amatller y algunas de las creaciones más admiradas de Antoni Gaudí: la Casa Batlló, La Pedrera o Casa Milà y la Sagrada Familia, cuya finalización está prevista para finales de 2026.
Asimismo, el Eixample también descuella por su extensa oferta de restaurantes y por sus opciones para ir de compras en Barcelona. Por ejemplo, en el paseo de Gràcia, encontrarás infinidad de tiendas y boutiques de lujo de las primeras marcas de moda.
QUÉ VER EN SANTS-MONTJUÏC
Este distrito nace de la unión del pueblo de Sants, anexionado a Barcelona en 1897, y Montjuïc, una colina de 173 m urbanizada con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Su curioso nombre significa ‘montaña de los judíos’, y tiene su origen en la presencia en el pasado de un cementerio hebraico en la zona. Además, es la zona de Barcelona con los indicios de actividad humana más antigua, ya que allí había un yacimiento de jaspe explotado desde el año 10.000 a.C. Además de ofrecerte una de las mejores vistas panorámicas de Barcelona, la zona acoge una amplia oferta museística. Ésta incluye el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC), con la mejor colección de pintura románica del mundo; el Museo Arqueológico de Cataluña, el Museo Etnológico de Barcelona, el CaixaFòrum o el Museo Olímpico y del Deporte Joan Antoni Samaranch.
Por la noche, en la avenida del Paralelo, encontrarás muchos sitios donde tomar una copa y teatros donde asistir a los mejores espectáculos de la ciudad. Descubre qué hacer en la avenida del Paral·lel en este artículo para saber más.
QUÉ VER EN LES CORTS
El distrito se enmarca en el exmunicipio que le da nombre, agregado a Barcelona en 1897. De origen rural, se extiende por la parte alta de la Diagonal y linda con los municipios de L’Hospitalet y Esplugues de Llobregat. Uno de sus espacios más conocidos es Pedralbes, uno de los barrios residenciales más lujosos de esta urbe. Entre los principales alicientes turísticos de les Corts, destacan los jardines del Palau Reial, el parque de Cervantes, el monasterio de Pedralbes y el Camp Nou, que también acoge el Museo del FC Barcelona.
QUÉ VER EN SARRIÀ-SANT GERVASI
Junto con les Corts, es la zona más acomodada de la ciudad. El distrito está formado por dos antiguos municipios: el término de Sarrià, anexionado en 1921, y Sant Gervasi de Cassoles, agregado en 1897. Uno de sus barrios más famosos es el del Tibidabo, una montaña de 512 m urbanizada a comienzos del siglo XX por iniciativa del empresario Salvador Andreu. Allí abre sus puertas el parque de atracciones el Tibidabo, uno de los más antiguos de Europa, y el CosmoCaixa, el museo de la ciencia de Barcelona.
QUÉ VER EN GRÀCIA
Éste es otro de los municipios de Barcelona que pasaron a formar parte de la ciudad en 1897. Sin embargo, sus vecinos siguen considerando Gràcia como una población independiente. Este distrito debe su fama a las fiestas de Gràcia, que arrancan cada 15 de agosto. Durante una semana, sus preciosas calles decoradas atraen a visitantes y curiosos de todos los puntos de la ciudad, que también tendrán la ocasión de disfrutar de conciertos, visitas culturales, espectáculos infantiles y otras muchas opciones de ocio. Otros lugares que hay que ver en Gràcia son la Casa Vicens, en la calle de las Corolines, y el Park Güell, ambos diseñados por Gaudí y declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
QUÉ VER EN HORTA-GUINARDÓ
Situado en el noreste de la ciudad, es el tercer distrito más extenso de Barcelona y una oportunidad inmejorable para aparcar el estrés. Su núcleo más fotogénico es la antigua Horta, que conserva un pequeño casco urbano tradicional en torno a la plaza de Eivissa. Uno de los lugares que no hay dejar de descubrir es el evocador parque del Laberinto de Horta. Se trata del jardín más antiguo de Barcelona, ya que su construcción se inició en 1794 en una finca propiedad de los marqueses de Alfarràs. Aún hoy, el recinto conserva espectaculares jardines neoclásicos y románticos. Igualmente, conviene subir hasta las antiguas baterías antiaéreas del Carmel, desde donde disfrutarás de unas vistas excepcionales.
QUÉ VER NOU BARRIS
Aunque este distrito se desarrolló especialmente a partir de los años sesenta y setenta, como resultado del alud migratorio recién llegado a Barcelona, algunos de sus rincones son realmente antiguos. Por ejemplo, el santuario de Santa Eulàlia de Vilapicina, un edificio del siglo XVIII documentada desde el año 991, y construida sobre una antigua iglesia prerrománica. Actualmente, el conjunto está catalogado como Bien Cultural de Interés Local, junto con la vecina masía de Can Basté, hoy convertida en un centro cívico. Por otro lado, si quieres disfrutar de una panorámica imborrable, no dudes en acercarte hasta el castillo de Torre Baró.
QUÉ VER EN SANT ANDREU
El distrito de Sant Andreu cuenta con uno de los antiguos pueblos que se unieron a Barcelona tras el decreto de anexión en 1897: Sant Andreu de Palomar. Como en el caso de Gràcia u Horta, los vecinos también conservan un fuerte sentimiento identitario. En la iglesia homónima se hallaba la capilla del Sant Crist, donde dio comienzo la revuelta que desencadenó la guerra de los Segadores (1640-1652). Pasear por los alrededores de este edificio es una delicia, gracias a la presencia de calles tachonadas de naranjos y casitas bajas. En la fachada de un edificio situado en la esquina de la calle de Sòcrates con Gran de Sant Andreu, aún se conserva una bomba lanzada en 1843 que nunca llegó a explotar. Asimismo, también hay que dedicar un tiempo a conocer la iglesia de Sant Pacià, que da cabida a un mosaico de Gaudí; los pórticos de la sugerente plaza de Masadas, en el barrio de La Sagrera, y la Torre Rosa, un edificio indiano convertido en una coctelería, perteneciente al barrio de El Congrés i els Indians. Por cierto: ¿sabías que el FC Barcelona tuvo aquí, entre la calle de Manigua y el paseo de Maragall, el tercer campo de su historia?
QUÉ VER EN SANT MARTÍ
Éste es el distrito que reúne un mayor número de playas urbanas, pero también un gran reclamo gracias a la presencia del histórico barrio de Poblenou, donde encontrarás los apartamentos Lugaris Beach y Lugaris Rambla. Este antiguo barrio industrial, que llegó a conocerse como el Manchester catalán por su gran concentración de fábricas, ha sabido conservar su antigua esencia, con lugares tan apacibles como la Rambla de Poblenou, perfecta para charlar o saborear un café en una de sus terrazas a pie de calles. Estos rincones conviven con rascacielos y construcciones de lo más vanguardista, como la torre Agbar, la tercera más alta de Barcelona tras la torre Mapfre y el Hotel Arts. Tampoco hay que pasar por alto el cementerio del Poblenou, con bellísimos conjuntos escultóricos.
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Al hospedarnos en el apartamento Lugaris en el distrito de Poblenou, pudimos movernos perfectamente para llegar a cualquier lugar, así como experimentar en primera persona un vecindario que todavía tiene una identidad muy fuerte. Lo recomendamos a todos !!
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